jueves, 26 de mayo de 2011

Las ciencias sociales en Panamá

El Plan Nacional Estratégico para el Desarrollo de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (de Panamá) incorporó a sus objetivos hace varios años un Programa para el sector de las ciencias sociales. La decisión fue de suma importancia teniendo en cuenta las contribuciones que pueden hacer las ciencias sociales al desarrollo del país. En ese contexto, la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) organizó recientemente un seminario dirigido a jóvenes investigadores para elaborar propuestas de proyectos de investigación en el campo de las ciencias sociales.
Tuvimos oportunidad de presentar en el seminario seis objetivos estratégicos para ser desarrollados en forma urgente, en la próxima década. El primero fue establecer una planta nacional de 100 científicos sociales con nivel de doctorado para el año 2020. En segundo lugar, crear la Facultad de Ciencias Sociales en la Universidad de Panamá. En tercer lugar, formar un Sistema Nacional de Investigadores en las Ciencias Sociales. Además, generar una red intergubernamental de investigación científica y, también, constituir una red internacional de ciencias sociales. Por último, fundar la Biblioteca de la Nación Panameña, especializada en ciencias sociales (en la Asamblea de Diputados).
La estrategia requeriría, a su vez, de la creación de un Consejo Superior de Ciencias Sociales.
El pasado reciente y no tan reciente de las ciencias sociales en Panamá se caracteriza por una falta de acumulación de las experiencias. Esta falla no le ha permitido consolidar propuestas o estructuras que la hagan parte de la institucionalidad panameña. Enoch Adames diría, no hace mucho, que “no se puede aceptar que las entidades llamadas a realizar investigaciones en el campo de las ciencias sociales sean “territorios configurados más como espacios corporativos que académicos…que legitimen en nuestro medio la acriticidad, la abulia y la inercia académica”.
En la primera década de 2010 el panorama no parece haber mejorado. Se pueden mencionar algunas contribuciones importantes. En la Universidad de Panamá el IDEN se reactivó y comenzó a editar con regularidad la revista Cuadernos Nacionales. La UP también organizó una maestría en Sociología con énfasis en gestión ambiental que se agotó rápidamente. UDELAS creó la maestría en ciencias sociales. La Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI) creó el Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Sociales. Comenzaron a salir regularmente estudiantes panameños al Programa de FLACSO Centroamérica para realizar estudios de maestría y doctorado. Hace apenas un par de años, después de una espera de varias décadas, finalmente, se organizó el Programa FLACSO Panamá con el apoyo de la Universidad de Panamá.
La riqueza de las ciencias sociales panameñas se remonta al positivismo del siglo XIX (Justo Arosemena) hasta el marxismo del siglo XX (Ricaurte Soler), pasando por el funcionalismo racional (Demetrio Porras) y el funcionalismo norteamericano (Georgina Jiménez de López).
Sobre la base de esta evolución del pensamiento social, nacen las ciencias sociales universitarias panameñas a fines del siglo XX. El híbrido, sin embargo, no logra crear una corriente propia o panameña. Bajo la fuerte influencia del estructural funcionalismo promovido en EEUU, y las críticas de diversas corrientes que encuentran su origen en Carlos Marx, se levantó un proyecto que no logra consolidarse.
El problema que enfrentan las ciencias sociales, sin embargo, no radica en los temas o temáticas objeto de estudio. Más bien, es tratar de entender estos problemas en un marco que le permita al país tomar las decisiones más adecuadas. El problema es de método.
La crisis económica en que está sumergido el mundo, actualmente, produjo un renacimiento de las ciencias sociales. Los centros de investigación en el mundo entero se están preguntando ¿Qué explica la sequía de inversiones y el desempleo, cómo rescatar los valores sociales y, sobre todo, cómo recomponer el edificio político?
En 2010 la Universidad de Panamá convocó a un congreso nacional de sociología que reunió a científicos sociales del país. No se pudo identificar una corriente sociológica dominante. Sin embargo, los temas más abordados fueron los de ambiente, criminalidad y género. Poco antes se realizó un encuentro de científicos políticos en UDELAS. La UNACHI también se ha movido en la misma dirección.
Para realizar un balance de las ciencias sociales de los últimos lustros habría que estudiar los contenidos de las revistas de ciencias sociales de Panamá como Cuadernos Nacionales (IDEN), Societas (VIP-UP) y Tareas (CELA). Estas tres revistas publicaron en los últimos cinco años cerca de 150 artículos de científicos sociales. Más de la mitad fueron de autores panameños.
Panamá, 19 de mayo de 2011.   

jueves, 19 de mayo de 2011

China y EEUU: Choque de titanes

Los analistas de Wall Street están especulando con lo que ellos creen percibir como un giro importante en la estructura de empleo de la República Popular de China. Señalan que la masa trabajadora que se incorpora constantemente al mercado está disminuyendo rápidamente y que pronto China no contará con trabajadores baratos capaces de generar ganancias para los inversionistas capitalistas. Politicamente, Washington está festejando la noticia. Desde la perspectiva económica, sin embargo, Nueva York está de duelo.
La capital política norteamericana celebra los cambios percibidos ya que significaría que China tendría que comenzar a negociar en términos más favorables con EEUU. Por el lado económico, sin embargo, les preocupa a los inversionistas norteamericanos el debilitamiento del único mercado donde creían tener ganancias seguras.
La crisis económica de 2008, que afectó sobre todo a EEUU, tuvo dos interpretaciones en el mundo político financiero y académico. Para los financistas y sus ideólogos, la crisis significó una reducción significativa en la acumulación descontrolada de riquezas. En su ceguera aún están convencidos que pueden inyectarle a las instituciones financieras flujos suficientes para permitirles ser nuevamente competitivas. La realidad les ha enseñado que la estrategia no funcionó aunque todavía tienen propagandistas sueltos promoviendo esa solución.
La segunda interpretación de la crisis tuvo como eje lo que los analistas consideran el colapso de la “economía real” que ha cerrado centros de producción y ha lanzado al desempleo a decenas de millones de trabajadores. El problema no es recuperar los flujos financieros, sino en establecer patrones productivos capaces de generar una nueva dinámica que aumente el empleo y, sobre todo, la tasa de ganancia.
Alemania y Francia, en menor medida, apostaron a esta estrategia. Como resultado sus economías reaccionaron mejor que las otras. El caso de China es emblemático ya que fue capaz de recuperarse rápidamente del colapso financiero. El crecimiento de la economía china logró incluso mantener a flote las economías de América del Sur que se convirtieron en proveedores de materias primas para el salto industrial que experimenta el gigante asiático.
La perdida de hegemonía de EEUU se ha agudizado dentro de sus propias fronteras. Los estados federales experimentan un giro político hacia la extrema derecha creando una nueva legislación orientada a expropiar a los trabajadores de sus derechos y beneficios sociales. La excusa que se utilizó en cada uno de estos casos era que las arcas estatales se estaban vaciando y había que eliminar de los presupuestos las conquistas laborables que se remontaban a más de medio siglo.
Mientras que el segmento más rico de EEUU tiende a aumentar sus ingresos, producto de las leyes que lo beneficia, las capas medias y los trabajadores pierden sus empleos, sus beneficios sociales y jubilaciones así como sus viviendas. En los estados del sur de EEUU, donde no existe una historia de conquistas sociales, la política de “desposesión” de la extrema derecha se dirigió a los trabajadores inmigrantes que ocupaban los empleos menos remunerados pero que reciben beneficios sociales. La táctica es continuar explotando a los trabajadores extranjeros, pero eliminando sus beneficios sociales
La estructura social norteamericana, heredada del siglo XX, pareciera estar tomando nueva forma con motivo de la crisis de hegemonía. La tradicional estratificación social – con una clase media muy fuerte - atravesada por un elemento de desequilibrio étnico y una creciente presencia laboral de la mujer, está cambiando aceleradamente.
La nueva pirámide social que emerge de la crisis de hegemonía no se parece a la estructura social prevaleciente en EEUU durante la segunda mitad del siglo XX. La crisis de hegemonía no sólo representa un reto para la clase social tradicionalmente dominante, también es un reto para una clase obrera que ha sido arrinconada. La clase capitalista quiere regresar a las tasas de ganancia del siglo pasado. A su vez, los trabajadores añoran la estabilidad de sus empleos.
 Los capitalistas seguirán buscando  - en cualquier parte del mundo - las condiciones para generar ganancias. El capital puede moverse con rapidez y reconstruirse políticamente, con relativa facilidad, en cualquier parte del mundo. China y algunos  países con economías emergentes cuentan con reservas importantes de fuerza de trabajo. Los capitalistas apuestan que los flujos financieros dirigidos a esos países se convierten rapidamente en capitales y ganancias.
Si el mercado excepcional de China con su fuerza de trabajo rebosante tiende a cerrarse – como dicen los especialistas de Wall Street – la situación para el capitalismo mundial sólo puede empeorar. ¿Qué prefiere el establishment norteamericano, ganar la guerra ideológica y acabar con la rica veta china o incrementar sus ganancias capitalistas y ver prosperar a China?
Panamá, 19 de mayo de 2011.

viernes, 13 de mayo de 2011

La censura de Wikileaks y la conexión taiwanesa

En la actualidad hay dos medios escritos de amplia divulgación en Panamá que se disputan los cables secretos de la embajada de EEUU que circula la agencia Wikileaks. Hay quienes aseguran que los cables están siendo editados por las empresas periodísticas, suprimiendo detalles que los dueños de esos medios consideran demasiado comprometedores para el gobierno. En el caso del cable que se refiere al tema de “¿Quién se acuesta con quién?”, la embajadora Bárbara Stephenson señala que el presidente Ricardo Martinelli hacía uso de los organismos de seguridad para supuestamente espiar a su esposa, según el jefe de seguridad del Estado, Olmedo Alfaro. La Prensa, decidió no publicar en forma completa ese cable, en español ni en inglés.
Por otra parte, el otro diario de la localidad, Panamá América, dio a conocer un cable sobre la situación en la provincia de Darién, limítrofe con Colombia e intervenida por cuerpos de seguridad de EEUU. El cable publicado por este medio omitió que el presidente Martinelli supuestamente le dijo a la embajadora Stephenson que si la intervención de Panamá en la guerra civil colombiana provocaba la muerte de niños y mujeres en esa provincia era “un precio aceptable”.
En un cable publicado esta semana en el Panamá América, con el título “Revelan sistema de sobornos en la Corte”, se omite detallar cómo el magistrado Winston Spadafora aprovechó el parentesco con su hermano asesinado para beneficiarse con los cargos de ministro de Estado primero y después como magistrado de la Corte Suprema de Justicia. La embajadora Linda Watts se hacía eco de los rumores de la época sobre una supuesta relación sentimental entre Spadafora y la presidente Mireya Moscoso, lo cual fue aprovechado por éste para escalar políticamente.
En uno de los cables más recientes revelados por Wikileaks, se informa como funciona la “diplomacia de la chequera” en la Presidencia de Panamá. A pesar de que el presidente Martinelli aseguró que eliminaría la vergonzosa relación con Taiwán, siguió los pasos de todos los presidentes que lo antecedieron. El cable divulgado por Wikileaks ofrece la versión de la embajada de EEUU de como un jet de lujo e “incentivos” económicos de Taiwan hicieron cambiar la posición de Martinelli respecto a la República Popular China
Según la embajada, “durante su campaña presidencial de 2009, tanto él como el presidente Martinelli señalaron públicamente que Panamá reconocería la creciente relación económica con China, así como los intereses particulares chinos en Panamá, mediante el establecimiento formal de relaciones diplomáticas. Durante su primera reunión con la embajadora Stephenson en mayo de 2009, Martinelli dijo que 'iba a reconocer a Pekín' ya que él pensaba que la comunidad de negocios de Panamá se beneficiaría”. Varela tuvo que dar marcha atrás en sus planes de política exterior. “El 6 de enero de 2010, el canciller Juan C. Varela aceptó un plan de cooperación de cinco años, que incluye la donación de 25 millones de dólares para la construcción de un hospital en las afueras de la ciudad de Panamá (Chilibre - Las Cumbres) y la donación de 22 millones de dólares para la compra de un jet ejecutivo de negocios”.
En otra parte del cable, la embajada señala que “la confirmación de Varela de mantener los lazos diplomáticos con Taiwán (República de China) fue el resultado inmediato del regalo del gobierno de ese país a Panamá de 22 millones de dólares para comprar el jet Legacy 600, un jet de negocios ejecutivo, en diciembre de 2009”. El cable agrega que “Martinelli ya había recibido críticas por sus planes de comprar un nuevo avión presidencial, lo cual iba en contra de sus discursos de campaña en los cuales decía que no tenía necesidad de cobrarle al tesoro público por sus viajes ejecutivos”. Según la embajada, el presidente Martinelli justificaba su posición asegurando que en su declaración oficial de bienes reconocía poseer una fortuna personal de aproximadamente 300 millones de dólares.
El cable de la embajadora Stephenson plantea que “esta política financiera desde hace mucho tiempo ha sido ridiculizada en ambos lados del Pacífico... La diplomacia de la chequera se caracteriza por una tradicional falta de transparencia en la forma en que el dinero recibido de Taiwán se gasta. Varela le aseguró a un funcionario político de la embajada y a la embajadora que el dinero es simplemente depositado en la tesorería”.
El cable de la embajada también involucra a la ex presidente Mireya Moscoso y a la sociedad anónima Mar del Sur por una suma de 70 millones de dólares provenientes de Taiwán.
Panamá, 12 de mayo de 2011.

viernes, 6 de mayo de 2011

¿Es viable el financiamiento público de la democracia electoral?

En el último número de la revista TAREAS – aparecida esta semana - se presenta un artículo de Mario Galindo H., conocido jurista de larga trayectoria liberal, quien señala que la democracia panameña se encuentra en serias dificultades. Le preocupa el hecho de que “nuestra precaria cultura política permite vaticinar que la eliminación del financiamiento público (sólo beneficiaría a) los grupos con recursos propios en cantidad suficiente como para servirse con cuchara grande”.
Galindo apunta a una realidad cada vez más peligrosa: Los millonarios controlan los partidos políticos del país y no permiten la libre participación de los sectores sociales de las capas medias o de los trabajadores organizados. Desde que los militares dejaron el poder, como consecuencia de su derrota frente a la invasión de las fuerzas armadas de EEUU en 1989, los sectores empresariales más ricos se han apoderado de todas las expresiones políticas.
Según Galindo, “los estados democráticos pluralistas tienen que apoyarse en partidos políticos”. Es una declaración que puede abrirse a debate, pero que es generalmente aceptada. Sin embargo, Galindo dice que la competencia por el poder entre los partidos políticos sería incongruente y aun peligrosa si depende sólo del financiamiento de fondos privados “que para algunos, nunca llegaría y que, para otros, sobraría”.  
Es necesario, alega, que el Estado proporcione a los panameños que desean organizarse políticamente, los recursos para competir en los torneos electorales. El problema de fondo con esta posición que defiende Galindo descansa en la asimetría entre los sectores que tienen recursos en Panamá (un 5 por ciento de la población) y el resto. Hace un año el Partido Alternativa Popular (PAP) intentó organizarse pero no tuvo éxito en su esfuerzo por reunir las 60 mil firmas que exige la ley electoral. En 2011 el Frente Amplio por la Democracia (FAD) probará las frías aguas de la inscripción electoral.
En cambio, el Partido Cambio Democrático (CD) con una cartera rebosante – con millones de dólares – ha logrado inscribir, desde que llegó al poder (2009), a nueve diputados, varios alcaldes, numerosos representantes y cerca de cien mil adherentes nuevos. El Partido Panameñista informó mediante comunicados de prensa que su campaña de reclutamiento consistió en la distribución de bonos y bolsas de alimentos. A la cabeza del Partido Revolucionario Democrático (PRD), fundado por el general Omar Torrijos en 1978, se han colocado empresarios millonarios con aspiraciones al solio presidencial.
En el caso de las recomendaciones de Mario Galindo hay que agregarle un elemento crucial a su preocupación por el financiamiento público de los partidos políticos. El país tiene que tener una distribución más equitativa de la riqueza para que la “democracia pluralista” tenga oportunidad de consolidarse. Para lograr este objetivo no es sólo necesario reformar el Código Electoral. Es necesario eliminar las leyes que sólo benefician a los más ricos. Hay que comenzar con la ley de impuestos que permite a los más ricos evadir una contribución al fisco que se calcula cercana a los 2 mil millones de dólares anuales. En cambio, los más pobres si tienen que pagar fuertes impuestos. En el pasado y, especialmente, en el presente ven sus ingresos mermados por los impuestos al consumo (ITBMS), al transporte, a la educación y a todas sus actividades.
El número 138 de TAREAS también publica un artículo del sociólogo Luis Pulido R. quien presenta un planteamiento provocativo en torno a la ideología hegemónica en Panamá y el enfrentamiento entre las clases sociales, analizado desde la novelística de Joaquín Beleño. “Para la generación de Beleño, la democracia y el capitalismo estaban representados por EEUU. El sujeto nacional en Beleño se crea con la certeza de que el proyecto neo-colonial es un proyecto que sólo favorece a una minoría, sea una clase, una raza o una nacionalidad”. Por su lado, la historiadora Patricia Pizzurno ofrece un trabajo sobre la presencia norteamericana en el Istmo. “Mientras en 1903 se pensaba que la presencia norteamericana y del canal eran bendiciones que harían ricos y felices a todos los panameños, para 1953, en plena conmemoración del cincuentenario de la república, prevalecía la satanización de ambas”.
TAREAS publica, además, cuatro artículos sobre el bicentenario. Las guerras de independencia desatadas en 1810 y que culminaron en 1824 constituyen lecciones muy valiosas para definir estrategias en la actual coyuntura, igualmente turbulentas como las de aquella época. Las páginas de la revista le rinden homenaje a José Renán Esquivel, médico, de raíces campesinas, quien revolucionó la salud pública panameña. Se incluyen también  las palabras del sociólogo Alfredo Figueroa con motivo de la celebración del cincuentenario de la revista fundada por Ricaurte Soler.
Panamá, 5 de mayo de 2011.